miércoles, 5 de enero de 2011

Alguien.

Lo curioso de las personas importantes, es que llegan en el momento más inesperado. Aparecen una mañana y ¡plof! lo cambian todo. Y te dan mil motivos para sonreír por las mañanas sin que se lo pidas, porque no les hace falta, el mero hecho de que sonrías ya es en sí su recompensa. Y te harán llorar, muchas veces, muchísimas, pero puedes estar tranquilo, que después se encargarán de secarte las lágrimas y no te pedirán nada a cambio. Pero de todas las personas importantes que haya en tu vida, habrá una que las duplicará a todas, porque es la que llega y te abraza por la espalda, te llama pequeñaja y te muerde un moflete. Y te enfadarás ochenta veces y le gritarás quinientas, pero sólo tiene que poner la boca cerquita de la tuya que se te va a olvidar. Esa es la persona clave, el quid de la cuestión, la respuesta a preguntas que ni siquiera habías hecho y el remedio para la enfermedad que no sabías que tenías. Y se convierte en imprescindible.

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